domingo, 1 de abril de 2007

Maratón matutina: rojo, ámbar: a correr!

No deja de sorprenderme la forma física de los atletas cotidianos barceloneses, esos grandes héroes anónimos. Cargados con bolsas, carpetas, papeles y cochecitos de bebes emprenden cada mañana una maratón alucinante y recorren grandes distancias a velocidades inhumanas, han llegado casi a la perfección del teletrasporte.

He localizado un cruce de La Diagonal que tiene especial interés turístico, sobretodo a las 8 de la mañana. No vayan a ver la Sagrada familia, que aún está por terminar, ni las Ramblas, visiten la Diagonal a la altura de la Plaça Francesc Macià. Podréis ver como la población autóctona corre peligrosamente entre los vehículos para llegar a su hora a trabajar.

Me ha parecido observar la técnica que aplican para conseguirlo. Cuando el semáforo para los coches se pone en rojo, justo antes que el de peatones se ponga en verde los barceloneses saltan al asfalto: la diagonal es la enemiga y hay que cruzarla si pararse en los paseíllos intermedios, una sola parada sería fatal y podrías retrasarte incluso minutos!

Yo jamás he logrado cruzarla de un tirón, no estoy en forma.

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