viernes, 31 de agosto de 2007

Me pasaría el día bajando y subiendo

No se si es mi espíritu voyeur o haber descubierto recientemente cámara café
//si, voy tarde, siempre voy tarde//
pero me apasionaría poder colocar una cámara dentro del ascensor
y descubrir que la señora estirada del segundo primera
se saca los mocos y las lagañas en el ascensor cada mañana.
Que el del tercero cuarta resulta ser un freak
que en su intimidad cree ser el hijo no conocido de Darth Vader
y que su hermano se rasca los cojones
//Aprovecho para mandar un mensaje al mundo masculino:
dejad de hacerlo //
cada vez que puede.
Que Marta la del sexto tercera sube un hombre cada noche a su casa.
Y que Pepe tiene mujer solo que sale de casa a horas que nadie la ve
porque no le gustan los vecinos.
De echo pepe sale entra siempre dos veces al ascensor
una vez dentro revisa los bolsillos y se da cuenta que le faltan llaves o el monedero o el tabaco.
En ocasiones baja y vuelve a subir porque reacciona cuando ya han cerrado las puertas.

jueves, 30 de agosto de 2007

A veces dudo (2)


A veces dudo si Hemingway escribió El viejo y el mar en su más grande borrachera. Yo cuando bebo //con solo un par de copas me basta// no consigo nada aprovechable. Al día siguiente me da ganas de vomitar, no se si será lo mal que escribo o el exceso de alcohol.

Sopa!

Ha nacido un blog:
Amigos y pequeños navegantes, me llena de orgullo y satisfacción presentaros a una maravillosa tribu de poetas potablaves // en mi pueblo tenemos una raza de pollos autóctona famosa por su calidad que como podéis deducir tienen las patas físicamente azules// que han decidido dejar su huella en la red. Un blog que promete como mínimo pasión y poesía: Sopadepoetes.

Salut!

jueves, 16 de agosto de 2007

Flores para Hitler

A parte de imaginar al Leonard Cohen de Suzzane y otras canciones de amor resulta que existe un Leonard poeta que pese a sus cristos, santos y dioses se sostiene en pie más que dignamente. Uno de sus tres pinitos (o montañas) en el mundo de la poesía lo encontré por casualidad buscando en un rincón de una librería y me sorprendió, pero si, era el mismo Cohen…. ¿No será que hay pocos en el mundo? Pues bien en “Flores para Hitler” se pueden encontrar pequeñas delicias de todos los temas. A diferencia de grandes poetas que se dedican a publicar monográficos de amor, monográficos políticos o monotemas varios, este libro es capaz de tocar un poco de cada con una ironía desgarradora y mordaz.

Aquí os transcribo uno de ellos para abrir el apetito, probablemente no el mejor, pero si el que más me hizo sonreír.

Finalmente llamé

Finalmente llamé a las personas de las que no quería saber nada
después de la tercera señal me dije
lo dejaré sonar otras cinco veces, entonces qué haré
El teléfono es un magnífico instrumento
pero yo jamás aprendí a utilizarlo demasiado bien
cinco llamadas más y colgaré
sé donde hay que poner el aparato, eso por lo menos lo sé.
El teléfono era negro rebordeado de plata
la cabina era más acogedora que el drugstore
había un montón de cremas y tijeras y tubos
que necesitaba para mi cuerpo
estaba interesado en muchas gotas para la tos
me parece que el encargado odiaba
su teléfono y a la gente como yo
que pide cambio tan educadamente
decidí seguir por la misma calle
y entrar en el cuarto drugstore
y llamarles de nuevo.



Ahora me apetece más descubrirle como cantante.

viernes, 3 de agosto de 2007

Fronteras, límites, divisiones, margenes....¿?


Mientras pienso que vestidos apretujare dentro de la maleta se me ocurre pensar: ¿Para quién son las fronteras? Puedo viajar legalmente a Turquía, leer un libo japonés y comer comida tailandesa. En nombre del ocio el pequeño burgués europeo tiene prácticamente todas las fronteras abiertas, pasaporte en una mano y tarjeta de crédito en otra podrá fotografiar y coleccionar países exóticos.
Si no tienes dinero la cosa se complica y más si te juegas la vida por intentar tener un futuro mejor, eso ya no está bien visto, no forma parte del ocio viajar en patera al paraíso prometido donde encontrar un trabajo. Para que exista un paraíso son necesarios los limites, una frotara que separa quien puede y quien no formar parte de él.
Les recomiendo que visiten Fronteras, una exposición que esta ahora en el CCCB, como mínimo no les dejara indiferentes. No olviden que hasta la cultura tiene fronteras y deberán pagar su entrada. Tómenselo con calma, hay mucho que digerir.