domingo, 9 de diciembre de 2007

Sobre la polisemia (2)

En África se da la mano diferente: un saludo a la europea podría incluso ofenderles. Solamente con eso podemos hacernos una idea de lo complicado de entendernos. Así que sigo con mi reivindicación en favor de las versiones de nosotros mismos subtituladas o acotadas, como ustedes prefieran.
Y para muestra un botón: Ryszard Kapuscinski hablando en Ébano sobre como se saluda la gente en Ghana. (No sigan éste ejemplo cuando vayan a una entrevista de trabajo, les tomarían por locos.)

"De modo que primero damos la mano. Pero no de una manera cordial, distante y mustia sino todo lo contrario: tomando un gran y enérgico impulso, como si en lugar de estrecharle la mano al visitante quisiésemos arrancársela. Si a pesar de ello el visitante conserva su brazo intacto y en su lugar, tal cosa quiere decir que empieza el rito y las reglas del saludo. (...) Al mismo tiempo, sacamos de nuestro interior la primera cascada de risa fuerte y prolongada. Eso significa que estamos encantados de vernos. (...)
En la calle a menudo vemos a dos (o más) personas desternillándose de risa. Ello no significa que se estén contando chistes. Sencillamente, se saludan."

2 comentarios:

38 grados dijo...

Lo de las risas me parece genial, no hay cosa más sana que reirse. Pero lo del enérgico impulso para darse la mano.... mejor no encontrase por la calle a un viejete conocido, que lo descuajeringamos.....

:-D

Anónimo dijo...

Qué dice Kapuscinski de los saludos a la gente que nos cae mal y a la que debemos saludar, sobre todo, por obligación (los suegros, por ejemplo...)? En este caso, me quedo con el saludo europeo.